La gravedad de la lesión depende de la magnitud del objeto que la provoca, sin embargo, los falanges (dedos) de los niños son mucho más frágiles que los de un adulto, por ello resultan doblemente peligrosos. La prevención debe ser prioritaria, por eso es importante que tomes algunas medidas en el hogar, te damos tres pequeños consejos que aunque suenan bastante fáciles o incluso comunes, pueden hacer una gran diferencia, sobre todo en niños más pequeños:
*En tu casa procura mantener las puertas de las habitaciones cerradas con llave, así evitas que jueguen con ellas y además que se acerquen a las cajoneras o muebles con los que también se puedan lastimar.
*Sé cuidadoso cuando viajes en auto, el seguro de niños es primordial, pero cuando bajen de él, asegúrate que ellos eviten el contacto con las puertas, de esta forma poco a poco tomarán el hábito de hacerlo y aprenderán a cuidarse.
*Además de conservar las puertas cerradas, puedes darte a la tarea de obtener sujetadores o gomas de puerta, que son artefactos para evitar que las puertas se cierren bruscamente o en su totalidad, existe una gran variedad de ellos, desde los más sencillos que se ponen debajo de las puertas, hasta los más sofisticados que funcionan como gomas para impedir que se cierren, y que se colocan en la parte superior o costado para evitar que los niños las quiten.
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